trabajador frustado en la oficina
19 enero, 2023 Blog

La resistencia a la frustación en el trabajo

Actualmente hay una gran competitividad en el ámbito laboral, que tiene como consecuencia no conseguir los objetivos que nos hemos propuesto o no ver cumplidas nuestras expectativas.

Esta situación afecta negativamente a nuestra capacidad de llevar a cabo las tareas asignadas debido a que nuestras emociones son de impotencia, desánimo, ansiedad, tristeza, nerviosismo, ira o desmotivación.

Todos estos sentimientos, dan lugar a la frustración en el trabajo.

Por lo tanto, es habitual encontrarnos con trabajadores que no sean capaces de resolver y realizar una buena gestión de sus emociones, ante cualquier conflicto. Los trabajadores podrán alcanzar un estado anímico que hará que sean ineficaces y pasivos, lo que suele conllevar problemas en la comunicación tanto con sus compañeros como con sus superiores y consecuentemente, generar problemas en las relaciones laborales.

¿Y qué hacer en estos casos? ¿Cómo deberíamos actuar?

Pues en este punto, me gustaría introduciros qué es la alta tolerancia la frustración, que ocurre cuando una persona reconoce y acepta que la frustración es parte de ese proceso y se pone como objetivo superarla, siempre con una actitud positiva, aún no viéndose cumplidas sus expectativas.

En cambio, la baja tolerancia a la frustración la llevan a cabo las personas que ante una mínima adversidad, alteran su estado de ánimo y les supera, mostrándose enfadados, angustiados o tristes.

Para ello, queremos dejaros algunos consejos que os servirán de ayuda para poder desarrollar una alta tolerancia a la frustración, ya que como ya os he comentado en el párrafo anterior, es solo cuestión de actitud y ésta está al alcance de todos nosotros.

En primer lugar, nos va a venir muy bien tener una actitud relajada, mostrándonos preparados para cualquier escenario o situación.

Debemos ser más flexibles y reducir nuestras expectativas, tratando de que sean metas a corto o  medio plazo, para que no te generen frustración.

Aceptar que cometes errores y que éstos te ayudan a crecer profesionalmente.

Debemos también detectar y entender de dónde viene esa frustración y hacerla frente, teniendo muy presente que no es bueno dejarnos llevar por nuestras emociones, ya que siempre tenemos la opción de reflexionar sobre ello, antes de actuar. Al estudiar los distintos motivos y causas, comprobarás cómo te resulta más sencillo buscar el lado positivo de las cosas y aceptar la situación.

Ten en cuenta que las cosas no pueden resultar según lo previsto, y contar con un segundo plan, siempre puede ayudarte.

 Otra de las cuestiones más importantes es identificar cuál es el verdadero problema, y restar importancia a quién lo ocasionó o los motivos de por qué lo hizo.

En este punto, vamos a ponernos manos a la obra para buscar una solución eficaz, por ti mismo, o con la ayuda de compañeros o responsables, mostrándote abierto y receptivo, siempre con actitud positiva.

Elige una solución y aplícala ya. Verás cómo notas un cambio, aunque sea a medio plazo, ya que es parte del proceso.

Así, concluyo diciendo a modo resumen que los sentimientos de frustración son habituales y es bastante común que aparezcan en las personas a lo largo de algunas etapas de su vida laboral, pero según lo expuesto en este post, está en vuestra mano poder solventar. Los obstáculos van a presentarse de manera habitual, es cierto, pero hay que afrontarlos, no frustrarse y dejarse llevar sin intentar resolver la situación.

¡Todo es cuestión de actitud!

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