12 febrero, 2020 Blog

Talento natural y talento adquirido

El esfuerzo diario es fundamental, pero para mantenerlo es conveniente que, aquello que ha de ocupar un buen número de horas de nuestro día a día, nos apasione.

Es habitual oír hablar de talento. Sin duda, un indispensable en las conversaciones de directivos, empresarios y ejecutivos de nuestro tiempo. Sin embargo, hablar de talento es hacerlo no solo de una cualidad innata. El talento adquirido, es decir, el relativo a aquellas competencias que vamos desarrollando con la edad y mediante la práctica, también es esencial.

Seguro que has oído hablar de la regla de 10.000 horas, esa que establece este espacio temporal como necesario para el desarrollo completo de una competencia hasta llegar a la excelencia. Es decir, hasta alcanzar el nivel de experto en una materia.

El esfuerzo diario es fundamental, pero para mantenerlo es conveniente que, aquello que ha de ocupar un buen número de horas de nuestro día a día, nos apasione. Fomentar el desarrollo de tu vocación, te hará sentir más dichoso, pues sentirás que haces aquello para lo que estás mejor preparado, tanto por naturaleza, como por tu aprendizaje. Por ello, es importante que la administración y las entidades educativas pongan especial atención en la detección temprana de nuestras pasiones y talentos, a efectos de fomentar programas formativos que satisfagan nuestras expectativas y nos preparen para el mundo laboral.

En la actualidad, el sector tecnológico está pasando por un momento de fuerte carestía de perfiles cualificados, en el que, además, los perfiles femeninos son poco habituales (en nuestra experiencia, las mujeres en el campo tecnológico son tan poco habituales, como tremendamente productivas).

“Renunciar a una pasión es como desgarrar con las uñas una parte viva del corazón”

D´Annunzio:

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